Homenaje a los héroes de Viena / Parte 1: La portería

De izqda. a dcha. y de arriba a abajo: Iker CASILLAS, Pepe REINA, y Andrés PALOP

Pocas dudas había tanto en la afición como en los técnicos respecto a los porteros de la Selección. Sin duda los seleccionados eran los tres mejores porteros españoles del momento. Tal vez existían algunas dudas con Palop, dado que Valdés también viene realizando buenas temporadas. Pero convocarle era una especie de homenaje a su carrera deportiva, dada su edad y sus últimas brillantes temporadas con el Sevilla, equipo en el que realmente se ha sentido importante y decisivo.
Pero la elección del tercer portero, obviamente era lo de menos, pues tiene normalmente pocas posibilidades de acabar jugando algún partido. De hecho, Palop ha sido el único convocado que no ha disputado ni un solo minuto durante la Euro. Sin embargo, seguro que su aportación en el vestuario y su trabajo durante los entrenos ha sido muy importante.
El segundo portero, Pepe Reina, tan solo jugó un partido, ante Grecia, en el partido que disputaron los suplentes, dado que España ya estaba clasificada para la siguiente fase. Lo hizo bien, pero sobretodo será recordado por ser la alegría del vestuario (o una de las que más). El guardameta del Liverpool aportaba al conjunto el punto de buen humor que necesita cualquier grupo de personas que trabajan juntas. Pepe, igual que demostrara en público el día de la celebración del título a la llegada del equipo a España, hacía reir a sus compañeros con sus imitaciones, motes y demás parodias. Un aspecto que parecía quedaba huérfano tras la no convocatoria de "la finta y el sprint", Joaquín, para más señas. Sin duda, Reina será recordado para siempre por esos buenos momentos, tanto por el resto de jugadores, como por la afición, que disfrutó aún más si cabe viendo como ese montón de futbolistas de élite reía y decía "paridas" como cualquier hijo de vecino.

Y por último, un hombre que ha demostrado como hasta la persona más humilde y sencilla del mundo puede llegar a lo más alto: Iker Casillas. El gran cancerbero de la campeona de Europa. Sin lugar a dudas, ahora más si cabe, se puede afirmar que es el mejor portero del mundo. Y puede y debe creérselo aunque sea un poquito. Porque lo que este chico no llega a parar, aún no lo hemos visto.

Es increíble verlo volar entre los postes, ver su extremada concentración, sus impresionantes reflejos, su visión del fútbol... Como muestras, simplemente hay que admirar algunas de sus paradas imposibles durante el campeonato. Ya no sólo las que realizó en la histórica tanda de penalties de cuartos ante Italia, sino que en cualquiera de los partidos se pudo ver como Iker obraba un milagro con forma de parada:

El balón que desvió con la punta de los dedos ante Rusia en una estirada increíble; la rapidez y reflejos en el disparo de Camoranesi tras una jugada confusa; esos balones colgados de Alemania que Iker blocaba quitándoselos casi de la cabeza a los germanos... Para mí, estos momentos son inolvidables...

Por otro lado, pocas veces la prensa, los compañeros, los entrenadores, la afición... coinciden en algo. Pero en el "tema Iker", los adjetivos de todos los colectivos que rodean al fútbol son todos favorables:

"Le he dicho a Iker Casillas que, para nosotros, es Dios", afirmaba el lateral Joan Capdevila tras el pase a semifinales. Y ciertamente Iker no será Dios ahora, ni santo antes, pero Capdevila tiene razón porque está claro que el madrileño ha adquirido otro rango superior tras esta Eurocopa. Ya no solo porque haya sido el capitán de la "Roja" de manera soberbia durante todo el torneo, sino porque realmente logró demostrar, en el momento álgido de su carrera, ser el portero más imbatible del mundo.