Vuelven a la Liga la magia y la sonrisa del flaco

Quizás esas sean sus dos cualidades más importantes, y por las que siempre se ha distinguido a Juan Carlos Valerón en el césped. Y es que el genial centrocampista canario de 33 años inicia una nueva temporada, pero esta vez la comienza bien futbolísticamente y en buena forma física.
Y esto es algo difícil de creer en el frágil futbolista del Deportivo, cuya carrera estos últimos años se ha visto salpicada de lesiones que parecían no tener cura.
Grave lesión de rodilla en la 2005-2006; recaída en la pretemporada 2006-2007; reaparición y recaída a principios de 2007 ...
En muchas ocasiones, el fútbol nos ha demostrado que existen jugadores que tienen el don de una gran calidad, pero la cual no va acompañada en la misma proporción por su condición física, hecho que condiciona totalmente sus carreras. Y hay ciertos casos, como el de Valerón, que son especialmente dolorosos, puesto que sus lesiones privan al planeta futbolístico del que, en su mejor momento, fue llamado por algunos el "Zidane español", por su técnica y visión de juego privilegiada.
Pero Juan Carlos Valerón, a parte de ser un gran jugador, como ya viene demostrando durante muchos años tanto en primera división en todos sus equipos (Mallorca, At. Madrid, y Deportivo, sobretodo en éste último) como en la selección española, además parece ser una gran persona. Y eso te lo dice ya no sólo su hilo de voz característico, su solidaridad, sus gestos a la afición, su trato familiar ... sino también esa sonrisa que nunca pierde, a pesar de haber atravesado momentos muy duros y dolorosos en su carrera.
Valerón que es natural de Arguineguín (Las Palmas de Gran Canaria), municipio que también ha visto crecer en sus calles a otro maravilloso futbolista de la actualidad como es David Silva, tiene ante sí una nueva oportunidad para demostrar que aún tiene mucho fútbol en sus botas, y que éste no se ha visto mermado ni mitigado en exceso por las lesiones y las recaídas. Lotina confía en él, y esta pretemporada ya le ha dado el mando del equipo en muchos partidos, donde el "flaco" ha dejado destellos de su magia, pases, y goles. Lo que está claro es que Valerón aporta al equipo cosas muy importantes que otros jugadores no son capaces, tal y como ha declarado el técnico deportivista: "... hay buena relación alrededor de Valerón en el campo la gente a su lado se siente más cómoda.". Además es un jugador listo, hábil, descarado, ultraofensivo ...
Y lo más importante, la mejor noticia, es que desde que reapareció a principios de este año, jugando esporádicamente por precaución, Valerón parece encontrarse bien y dispuesto a continuar su carrera hasta que él lo decida. Y ojalá sea así, pues el fútbol nos debe varios partidos todavía para disfrutar de la magia y de la sonrisa del flaco.